Acoso laboral: ¿Qué es y cómo gestionarlo desde RRHH?

¿Qué es el acoso laboral?

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el acoso laboral es la acción verbal o psicológica sistemática que se lleva a cabo para ofender o humillar a otra persona en el puesto de trabajo. Es una forma de hacer bullying en el trabajo.

El acoso laboral es un delito tipificado en el artículo 173 del Código Penal. No se debe pasar por alto jamás y siempre se debe denunciar cualquier situación de acoso que se produzca en una empresa, porque no beneficia a nadie. Las empresas deben ser claras con esta política. Además, a nivel penal las empresas pueden ser las responsables en casos de mobbing laboral.

En España, el acoso laboral lo regula la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y el Convenio 190 sobre la Eliminación de la Violencia y el Acoso en el Mundo del Trabajo de la OIT. Es la primera norma internacional que busca prevenir, evitar y eliminar el acoso en el ámbito de trabajo.

Diferencia entre conflicto laboral y acoso

Es importante entender la diferencia entre un conflicto laboral y el acoso. Cuando hablamos de acoso laboral nos referimos a las prácticas sistemáticas y que se repiten en el tiempo. Mientras que un conflicto laboral es una situación puntual en la que dos personas pueden no estar de acuerdo con algo. 

La principal diferencia está en la frecuencia, en la duración y en la intencionalidad. No son lo mismo. De hecho, el INSS en el año 2022 reconoció por primera vez el acoso laboral como enfermedad profesional debido a la baja de una trabajadora. 

Datos sobre el acoso laboral

Es importante no quitarle peso al mobbing laboral, porque es un problema potencial al que se enfrentan muchos negocios y que puede ser muy duro para los trabajadores. Sobre todo si tenemos en cuenta la encuesta de la OIT realizada a nivel mundial sobre esta práctica con fecha de diciembre de 2022, donde se desvela que el 22,8% ha sufrido acoso laboral. Es decir, podríamos determinar que 1 de cada 4 personas lo sufren o lo han sufrido en algún momento, lo cual es un dato muy preocupante. 

Tipos de acoso laboral

Hay distintos tipos de acoso laboral, como vertical, horizontal y ascendente.

Acoso vertical (bossing)

Uno de los tipos de aviso laboral más frecuentes es el bossing o acoso vertical descendente. Cómo seguramente imaginas por su nombre, es la que practica el propio jefe, utilizando su posición de superioridad. 

En el caso del acoso vertical ascendente es justamente lo contrario. Es decir, cuando es un trabajador el que acosa a su jefe. Aunque es una situación menos común, es importante definirla porque podría producirse y hay que estar preparado.

Acoso horizontal

Dentro del acoso laboral también puede producirse el tipo horizontal. La elección de la palabra es perfecta, porque como seguramente imaginas se refiere a cuando la persona que acosa y la víctima tienen el mismo rango jerárquico. Es decir, es un tipo de mobbing horizontal.

En este caso no hay nadie ni superior ni inferior. Ambos tienen el mismo rango en la empresa y sin embargo uno decide acosar al otro. Puede ocurrir dentro de un mismo equipo de trabajo o en equipos diferentes pero donde se comparte categoría laboral.

Acoso ascendente

El acoso ascendente se produce, como mencionamos en el bossing, cuando el acosador está en una jerarquía inferior a la víctima. Es decir, cuando un miembro del equipo acosa al jefe de departamento, por ejemplo.

No suele ser lo habitual, dado que en las empresas se suelen respetar los rangos. Sin embargo, todo puede pasar y es importante estar preparado para ello. 

Señales y ejemplos de acoso laboral

Identificar una situación de acoso no siempre es fácil, ni en un colegio ni en un puesto de trabajo. Por eso es importante prestar atención a los indicadores de acoso más habituales en las empresas.

Hay situaciones o actitudes que pueden darnos pistas de que estamos ante un caso de bullying laboral. Siempre suele haber algún rumor o bulo que circula sobre la víctima o incluso se pueden escuchar amenazas o malos comentarios dirigidos a esa persona lo que nos puede llevar a sospechar. Además, no es lo mismo cuando es algo puntual que cuando se repite de forma sistemática.

Por otro lado, si la persona que sospecha que es víctima presenta un claro bajón en la empresa, puede ser un signo de que algo no va bien. Normalmente, la persona que sufre el acoso se ve desmotivada, apagada, aislada o incluso triste. Suele presentar signos de ansiedad por toda la situación tan horrible que está viviendo.

Es responsabilidad de la empresa saber identificar este tipo de situaciones entre sus trabajadores, porque bajo ningún momento se debe permitir una situación de acoso en el trabajo. Nadie se lo merece y debe haber tolerancia cero con este tipo de prácticas.

Ejemplos de situaciones de acoso más comunes 

Algunas de las situaciones de bullying laboral más frecuentes en las empresas son las siguientes:

• Críticas negativas y no constructiva delante de los compañeros.
• Comentarios de burla, bromas o incluso insultos.
• Asignar trabajos que están por debajo de las funciones, con el objetivo de degradar a la víctima y que se sienta de menos.
• No darle la información que necesita para hacer bien su trabajo.
• Excluir a la víctima de reuniones o no comunicarse con ella, haciéndole el vacío.
• Sobrecargar a la víctima con demasiado trabajo para que explote o se vaya.

Este tipo de situaciones no se pueden tolerar y deben detectarse para cortarlas de raíz y tener un ambiente laboral saludable para todos.

 

 

Consecuencias del acoso laboral

El mobbing laboral puede tener graves consecuencias para la víctima. Y ojo, no solo puede afectar a la salud de la víctima, haciendo que sufra de ansiedad, sino que también puede afectar al ambiente laboral, dado que a nadie le gusta trabajar en un lugar tóxico o en el que se acosa a un compañero. Al final, tú podrías ser el siguiente.

Las consecuencias para la empresa también pueden ser malas, porque es una situación que puede darle mala imagen a la compañía. Sobre todo si los trabajadores ven que no se hace nada por cortar de raíz el problema. Incluso puede hacer que la gente rinda menos por la situación.

Protocolos y medidas preventivas

La empresa debe contar con un protocolo de acoso laboral, tal y como se recoge en el Estatuto de los Trabajadores (artículo 4) y en la Ley Orgánica 3/2007 (artículos 45 y 48). 

No solo se debe contar con un canal de denuncias, sino también una normativa interna para prevenir y saber gestionar debidamente el acoso laboral.

Protocolo de acoso laboral

El departamento de RRHH debe tener un protocolo de acoso laboral para garantizar la seguridad de sus trabajadores. Mediante este protocolo se podrá atajar más rápidamente el problema y actuar al momento, mostrando apoyo hacia la víctima.

También es importante hacer seguimiento y estar pendiente por si se detectan cualquier situación que pueda encender la alerta. Así como implementar ciertos mecanismos como un test de acoso laboral.

Protocolo de prevención

También es importante que la empresa muestre una posición clara respecto al acoso. Incluso puede organizar talleres y concienciar sobre la gravedad del acoso, para prevenir que sucedan estas prácticas. Puede ser de gran utilidad.

Cómo actuar ante un caso de acoso laboral

Si se produce un caso de mobbing laboral, es importante aplicar el protocolo de acoso de la empresa y actuar según lo estipulado, tomando medidas contra el acosador y protegiendo a la víctima. Además de hacerle seguimiento. 

Aspectos legales del acoso laboral

El acoso laboral está tipificado como delito. Lo primero es que la víctima sea consciente de sus derechos, porque incluso podría tener derecho a recibir una incapacidad temporal o una indemnización. Para lo cual deberá demostrar trato vejatorio o maltrato psicológico frente a un tribunal. Además de informes médicos que puedan diagnosticar cuadro de depresión o ansiedad.

En los casos más graves, tal y como recoge el artículo 173.1 del Código Penal, puede resultar en penas de cárcel. 

Preguntas frecuentes